El encuentro del jueves 7 de mayo en el Centro Cultural Guapachoza de la Campaña Paren de Fumigar, en Jean Jaurés 715 de la ciudad de Buenos Aires, excedió las expectativas que teníamos los organizadores. Tal vez, como alguno señaló, faltó tiempo para algún tipo de debate, aunque en realidad no fue nunca esa la finalidad que nos propusiéramos: la de debatir con el público, sino que el objetivo fue informar a la prensa y al público y presentar de manera oficial el Informe Pueblos Fumigados, tanto en soporte papel como en CD. En realidad solo en alguna oportunidad se preguntó si había necesidad de consultar algo, lo hiciera el Licenciado Andrés Dimitriu y el Doctor Jorge Kaczewer, y solamente alguien preguntó acerca del modo de contactarse con los que exponían. El clima y la actitud del público era la de informarse y asimilar todos los conocimientos e historias que se le exponían, y vale mencionar el modo atento con que siguieron las palabras del biólogo Gustavo Porini, de los ingenieros agrónomos Elizabeth Jacobo y Adolfo Boy, y particularmente del Doctor Alfredo Salibián, biólogo de la Universidad de Lujan y maestro de Ecotoxiecología en la Argentina. El encuentro duró seis horas, seis horas en que muchos permanecieron asistiendo atentamente a las exposiciones y a los paneles, paneles que se sucedieron ininterrumpidamente. Seis horas que permanecieron escuchando a los que exponían en el Salón de Guapachoza o conversando e intercambiando preguntas y respuestas en los patios, proveyéndose de material impreso en los stand organizados por los compañeros, debatiendo con los que bajaban de los paneles, intercambiando contactos y noticias o tomando alguna bebida o comida rápida en el bar del Centro Cultural. El público se fue renovando a lo largo de las horas pero difícilmente bajó, aún sobre las 22 horas del final, de las sesenta personas, llegando a estar apretados en el salón y en los patios, durante varias horas, bastante pero bastante más del centenar de personas. Fue una presencia importante para Buenos Aires, y que tal como se expresó en el final de la jornada en que se intentó un breve balance del acto, imaginar en otra época, un encuentro como ese en medio de una campaña electoral, un acto con tanta concurrencia y entusiasmo, desvinculado de las preocupaciones partidarias instaladas por los medios y la lucha de los partidos, habría sido sencillamente impensable. Sin embargo lo habíamos logrado, habíamos conseguida reunir a mucha gente desde las organizaciones ecologistas y de la Sociedad Civil, habíamos logrado producir un hecho mediático importante en relación a la lucha contra los agrotóxicos, sin el apoyo de los grandes medios, sin el reconocimiento de los operadores electorales, y restableciendo la memoria de nuestra propia historia de luchas. Que la cantidad de compañeros de las diversas provincias que estaban con nosotros y con los que habíamos logrado la gesta de la Campaña en los últimos cinco años lo probaba fehacientemente y que nos honrábamos de su presencia numerosa y sencilla, cada uno de ellos, venidos desde sus pueblos y provincias, con la mochila de sus trabajos innumerables y de sus importantes logros locales. Que estaban con nosotros Balcarce, Necochea, Bahía Blanca, Saladillo, San Jorge, Santa Fe, San Justo, Córdoba, Los Reartes, Colonia Caroya, Alta Gracia, Oncativo y tantos otros pueblos que no habían podido llegar, tales como las madres del Barrio Ituzaingó, pero que aún a la distancia, al saber de sus luchas interminables y heroicas, nos llenaban de emociones y de orgullo. Que ellos, tal como lo hiciera la docente Gilda Vargas de la localidad entrerriana de Tala que conmovió fuertemente al público y que, le arrancó numerosos aplausos, expresaban la sumatoria de muchos años de denunciar y de enfrentar valientemente a los fumigadores tal como lo hiciera Jeremías Chauque de la localidad de Desvío Arijón, en la provincia de Santa Fe, que estuviera en uno de los paneles de testimonios y que, pocos días atrás, se interpusiera a un mosquito fumigador con su propio cuerpo en un acto de Noviolencia activa por el que se encuentra procesado. Que la importante presencia de Carlos Manessi y de los compañeros del CEPRONAT de Santa Fe y la presentación al público de su libro "Daños Colaterales, las víctimas ocultas de las fumigaciones" aportaba muy especialmente, a una historia bibliográfica y de sustentos de investigación social y relevamientos epidemiológicos que la Campaña no había nunca dejado de generar, combinando en la medida de sus posibilidades, las luchas con el pensamiento y la investigación. Que destacamos entre los expositores a la ingeniera Patricia Rocatagliatta, que expuso la lucha que lleva contra las fumigaciones en las vías de los ferrocarriles, con el acompañamiento de "La Galpona" de Munro y de muchos otros amigos de la zona norte del Gran Buenos Aires. Que fueron muchos los compañeros de la Campaña, del GRR, así como de la RENACE, la Red Nacional de acción ecologista, como así también de tantos otros grupos amigos, que se acercaron a lo largo de la jornada, tanto a solidarizarse como para hacer acto de presencia y expresarse ante el público y el periodismo presente, que ello nos animaba a persistir con mejores esperanzas, que lamentablemente nuestra gran amiga, la periodista Liliana Lopez Foresi no había podido llegar por haberse enfermado, pero que asistió el periodista amigo Mauro Federico que habló sobre los medios y esta problemática de las fumigaciones, que también estuvo el periodista Darío Aranda de Página doce, que tan importante rol cumpliera al conseguir instalar en tapa el avión fumigador y la campaña, y que prefirió no hablar para el público, pero estuvo presente para manifestarnos su apoyo. Que nos visitó asimismo el cineasta y candidato Pino Solanas que, entre aplausos del público, expresó su respaldo a la causa justa de los Pueblos Fumigados y prometió que desde las bancas que obtendrían en las próximas elecciones, serían ellos voceros seguros de estas luchas. Que estuvo también, el ex Diputado Mario Cafiero, tan amigo del GRR, que habló sobre las retenciones y trajo numerosos ejemplares de la recientemente estrenada película Alejandro A. Velez, La Pampa Sumergida, que se distribuyeron entre los asistentes. Que vino también, entre muchas otras personalidades notables que con injusticia nos vemos obligados a no mencionar, la abogada Claudia Roca, en nombre de la Asociación Americana de Juristas, para expresar su apoyo y voluntad de sumarse a la Campaña, y participó del panel respectivo con sus colegas Osvaldo Fornari y Gabriela Ferrer de Santa Fe. Luego, nuestros colaboradores Cristian Serafini y Federico Alliaga presentaron el nuevo recientísimo sitio Web del GRR Legal ya incorporada a la página del GRR por nuestro compañero Carlos Argañarás, y le enseñaron al público mediante proyecciones, a desplegarla, mientras explicaban y abrían sus respectivos archivos de legislación y de jurisprudencia organizados por provincias, archivos que se irán llenando en las próximas semanas y que englobarán todos los resultados que las luchas de los pueblos logren en el campo de las resoluciones jurídicas y ordenanzas municipales. La presencia de periodistas fue bastante importante, en especial de medios alternativos aunque no faltaron representantes de medios extranjeros, tal como una periodista de El País de Madrid, que nos sorprendiera por su interés en tener un ejemplar del informe y la promesa de que aceptemos alguna entrevista para su medio. Abundaron asimismo, los representantes de programas radiales, tanto de Radios AM como de radios FM, así como de canales de televisión del interior y publicaciones temáticas. Mientras en el salón se sucedían los paneles con exposiciones, en los patios de Guapachoza se realizaban de esa manera numerosas entrevistas, muchas de ellas filmadas por cámaras de televisión, y los fotógrafos registraban escenas y visitantes prestigiosos de una jornada agotadora que, no solamente logró recuperar en un día memorable, muchas de las luchas que llevaron en los últimos años los pueblos fumigados, sino que a sus vez será recordada como un hito en sí mismo de esos propios esfuerzos, tanto por conseguir justicia, como por instalar la conciencia y la necesidad de cambiar este modelo minero de monocultivos transgénicos de soja que sufrimos actualmente y que nos neocolonializa, por un modelo productivo más amigable con la Naturaleza, en un nuevo Proyecto de País para los argentinos, con Soberanía Alimentaria y Justicia Social.
GRR Grupo de Reflexión Rural 8 de mayo de 2009
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